Contra la brutalidad policial – Por el desmonte del ESMAD – Medellín, 24 de febrero de 2012

Grupos, colectivos e individuos de la ciudad de Medellín, Colombia, se encuentran para sumar sus expresiones musicales, artísticas y denunciar los abusos del Escuadrón Móvil Antidisturbios ESMAD, exigir su desmonte y hacer memoria de los jóvenes asesinados por este pelotón de la muerte (Escuadrón Móvil de Asesinos por Dinero).

SIMÓN ANDRÉS TORRES "siempre en nuestra memoria".

Al igual que el pasado viernes 13 de abril, aún trato de esclarecer una muerte que quizás ha quedado en el olvido. Entre la madrugada del viernes 13 y sábado 14, en el año 2007, la vida de un compañero, Simón Andrés Torres, se perdió a sus quince años de edad. Los hechos no son muy claros y la distorsión que rodeó este acontecimiento marcó un crimen que impune, año tras año, memoramos.

Con la llegada del grupo narcosis a Medellín, en el barrio El Poblado, y ante la falta de organización por parte de los promotores del evento, empezaron a producirse disturbios y riñas que, en defensa de las fuerzas de represión estatal, provocaron la muerte de Simón Torres. A salir del concierto, mientras se desplazaba hacia la estación del metro, la explosión de un artefacto acabo con su vida acabo, esta fue la versión de los periódicos locales a los cuales excitó el morbo y lo acontecido en este sector de la ciudad. Pero como negar la crudeza y represión ejercida por las fuerzas militares del estado aquella noche, que con tanquetas armadas y policías respondieron a las masas con agresión.

Ocho días después del asesinato de nuestro compañero salió publicado en el periódico El Colombiano de Medellín un nuevo artículo escrito por Juan Carlos Monroy, que hablaba acerca de las medidas que se tomaron luego de lo ocurrido y el dictamen de medicina legal sobre la muerte de Simón, a partir de esto comienza la distorsión en la información y los resultados no son para nada concisos.

“Tras conocerse el dictamen de Medicina Legal que reveló que la muerte del joven se produjo por una canica que se incrustó en su cerebro, tras una explosión en medio de los disturbios del viernes pasado, los investigadores tratan de establecer ´el origen de ese proyectil no convencional´”.

De acuerdo con el director de la seccional de Fiscalías, Guillermo Valencia Cossío, hasta ahora ”la investigación se basa en un caso de muerte fortuita producto de una papa-bomba y por fuera de los métodos policiales”.

 Luego citan: ”No hay indicios que señalen a la Policía como responsable de la muerte, pero para evitar cualquier suspicacia y como mecanismo de transparencia se solicitó la averiguación dentro de la institución”, pero en este artículo encontramos varias contradicciones que señalan que los hechos están siendo mal contados y que en el asesinato de nuestro compañero el escuadrón de la muerte y las fuerzas de represión estatal algo tuvieron que ver.
“Otras de las versiones que han tomado fuerza, es que los actos vandálicos y las agresiones a la fuerza pública vinieron de personas venidas de ciudades como Bogotá y Cali, más que de los aficionados al rock de Medellín”. *Y esto, sólo para afirmar que la causa de muerte fue por una esquirla o canica producida por una papa bomba, y ni hablar de las recalzadas, estos artefactos que como mito hacen parte de la vestimenta del escuadrón de la muerte, cocas de gases saturadas de tornillos, clavos, canicas y demás. Y qué hay de los demás casos que impunes y en silencio siguen disfrazados.

Dos meses después de los hechos, en un nuevo artículo en el periódico El Colombiano titulado: “Protesta en el INEM por muerte de simón”, se citaba que esta manifestación estaba anunciada ante el secretario de gobierno de la ciudad Gustavo Villegas y que además no hubo presencia de las fuerzas de represión estatal. Lo cual fue una total farsa, esta manifestación nunca se planeó ni se anunció, fue impulsada por los compañeros dolientes de Simón Torres para tomarse la calle y manifestarse en busca de respuestas y profundización de una investigación que sin resultados concretos seguía mentando el nombre del compañero con impunidad. La respuesta de ese día se produjo a eso de las tres de la tarde, cuando empezaron a llegar tanquetas de la policía al cruce entre la avenida Las Vegas y La Regional, alarmando una manifestación que no se tornó tan pacifica cuando el escuadrón de la muerte se hizo sentir. Alrededor de estos hechos los medios jugaron un papel de distorsión de los disfraces utilizados para ocultar el desarrollo de los acontecimientos, las manifestaciones y la fuerza del dolor de sus compañeros se inmortalizaron entre bloques de concreto, en formas simples, en un skatepark en el INEM que con el tiempo se ha perdido en la memoria de los estudiantes.

Así como asesinaron a nuestro compañero Simón Andrés Torres, a tan sólo quince años de edad, de igual forma han caído muchos más compañeros que forman la cadena de disfraces y muertos que sostienen este gobierno irresponsable, injusto y malcriado.

Cada año al aproximarse la fecha del 13 de abril recordamos con rencor y odio esa danza de los cristales en aquella noche de augurios y pensamientos turbios, buscamos aclarar la verdad de lo ocurrido, además de que no sea el único caso en que los “héroes de la patria” abusando de su “poder” se roban la vida de compañeros y derraman su sangre en condiciones indignas. Marchándose de esta prisión terrenal y represiva, el caso de Simón Torres es uno de tantos no aclarados y disfrazado, más no un impedimento para quienes siguen en lucha combatiendo golpe a golpe por cada hombre, mujer, niño y niña que son golpeados, desaparecidos o asesinados bajo el manto de un estado injusto y opresor.

¡Simón, como una más de las muertes en las circunstancias de nuestro mayor enemigo nunca estará en vano, sólo habrás muerto cuando tú recuerdo y tú lucha se borren en las arenas del terrible manto del olvido, que la sangre que derramaste junto a otros compañeros caídos sea la mecha para encender nuestros corazones!
Ni olvido y lucha hasta la victoria.

“Preso del mundo, todos lucen sus medallas y sus sonrisas por la vida como un anuncio en el que tú no existes, porque no existes, solo eres presente vaciada un golpe de folia, un milagro como todo, pero tú te desinflas entre tabique de silencio más gruesos que cualquier hormigón, y se escuchan pasos que anuncian lluvia de golpe sobre tu piel. Y un niño dentro de ti araña con pánico la puerta cerrada del trastero, la puerta cerrada del futuro, mientras los demócratas pasean sobre ti de puntillas para no despertar leviatanes en sus conciencias para olvidar que ellos te empujaron a ese agujero sin cielo que les hace el trabajo sucio. ¡Pero no rindas mi amor tú cedo, tú venganza, la luna se refleja en el escaparate de esta paz y en nuestras manos hay piedras hechas con tus aullidos!”. (Punto de fuga)